
El aprendizaje, se considera un proceso de descubrimiento de significados personales sobre la realidad que se percibe, tal como es percibida por la persona. Si es el estudiante quién aprende y lo que aprende lo construye él mismo.
Señala Xavier Vargas Beal, en su escrito, que unos determinados conocimientos se hicieron presentes en el espacio de esa relación de enseñanza-aprendizaje, pero sospechamos que la naturaleza del aprendizaje, como realidad existencial humana, está aquí totalmente trivializada. Sabemos que al aprender, el ser humano se transforma, si no fuera así, la evolución y la civilización no se explicarían. Reconocemos que al aprender, el ser humano almacena determinados datos, pero no creemos que eso constituya propiamente el aprendizaje.
El aprendizaje que va más allá de sólo incorporar al sujeto conocimientos provenientes de la realidad. De hecho el propio Piaget considera que "el conocimiento no puede concebirse como si estuviera predeterminado, ni por las estructuras internas del sujeto, puesto que son el producto de una construcción efectiva y continua, ni por los caracteres preexistentes del objeto.
Gómez de Silva por su parte nos señala que “aprendizaje” es una palabra que deriva de la raíz latina “aprenderé 'asir mentalmente; Así mismo, nos dice que prender, viene de "-prender 'coger, asir; sujetar, fijar': latín vulgar prendere, del latín prendere, prehendere 'coger, asir',…".
De acuerdo con Aristóteles, el auténtico conocimiento intelectual logra que el contenido captado se haga uno con el sujeto que conoce. Los conocimientos auténticos forman parte de la substancia del sujeto cognoscente".
Sin embargo, creo yo, que no es fácil de medir, porque con simples preguntas no se podría evaluar efectivamente el aprendizaje, en donde la mayoría lo hacemos para evaluar solo contenidos a través de la retención o memorización, pero no evaluamos al aprendizaje en su forma integral.
Tal vez no todos los conocimientos trasmitidos, son almacenados, sin embargo, el porcentaje de retención estimado sea del 20%, 40% o 60%, lo cual, se acumulará a su acervo cognitivo. Lo cual, dependerá de su forma de asimilar los conocimientos, del interés, de la liga con la realidad y de la practica subsecuente de los conocimientos adquiridos.
Nuestro destino deseable del ser humano. Saber conocer y saber hacer resuelven la tarea humana de saber el qué y el cómo, pero de ninguna manera alcanzan para resolver social y éticamente él con quién y el para qué. Para ello, se necesita –en palabras de Delors- saber convivir y saber ser. Hasta entonces, creo que habremos Aprendido a Aprender.

Fernando muy interesante el último párrafo y la parte en la que mencionas: "saber convivir y saber ser" para poder aprender a aprender. La convivencia es uno de los aspectos básicos para nuestros jóvenes con ello pueden trabajar en equipo y asimilar mejor los conocimientos. De hecho en la sociedad y en las empresas se trabaja por equipos y con ello se da la convivencia y por ende se aprende.
ResponderEliminarSaludos y ánimo.
Rosario López